sábado, abril 26, 2008

Anunciemos la Verdad...

6º Domingo de Pascua
27.04.08

Lecturas
Hch. 8, 5 – 8. 14 – 17
1 Pe. 3, 15 – 18
Jn. 14, 15 – 21


Nos acercamos al final del tiempo Pascual, y las lecturas nos hablan ya de la promesa del Espíritu, que vendrá pronto. Hemos recorrido este tiempo descubriendo el libro de los Hechos de los Apóstoles, que nos ha mostrado ya parte de la acción del Espíritu en las primeras comunidades, además de aprender y caminar junto al Señor Resucitado.
Hoy, el libro de los Hechos, nos narra las maravillas de uno de los discípulos, de Felipe, quien en Samaría proclama las grandezas del Señor, que se ven acompañadas por signos. Luego, son enviados por los Apóstoles Pedro y Juan, quienes les hablan del Espíritu, e imponiéndoles las manos, lo reciben. No hay duda que la presencia del Resucitado, y las constantes aluciones a la presencia del Espíritu Santo, son una constante en este libro, que narra las maravillas del Señor obrando en quienes abrían sus corazones al mensaje de Salvación.
Pedro, en la segunda lectura nos recuerda la importancia de hacer las cosas bien hechas, de modo sano y dando testimonio con respeto de lo que creemos, de ser capaz de ser testigos del Señor; hoy, en tiempos en los cuales las ideas tienden a radicalizarse, y los tonos de las conversaciones se elevan, que prácticas y balsámicas nos resultan los consejos del Apóstol: “Estén siempre dispuestos a defenderse, delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. Pero háganlo con suavidad y respeto, y con tranquilidad y conciencia”. Agrega además el tema del sufrimiento que puede significar hacer el bien, si es la voluntad de Dios. Son realmente esclarecedoras y consoladoras las palabras.
El Evangelio de Juan nos habla sobre el amor al Señor, la venida del Espíritu a quienes le aman… todo gira en torno a estos temas, y cómo el Padre se manifestará en el Señor a través de su Espíritu Santo. Dios no nos dejará solos jamás, siempre estará al lado nuestro. Es también esclarecedor el tema que Jesús menciona, sobre el Espíritu de la Verdad, que “el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce”… Esto, hoy se nota más que nunca, y no hay duda que estas palabras se están cumpliendo tal cual fueron escritas.

Aprendizaje de la Palabra:
- Anuncio del Espíritu y sus obras: El libro de los Hechos de los Apóstoles no ha dejado de mostrarnos las obras del Espíritu durante este tiempo de Pascua. Hoy, los mismos Apóstoles entregan el Don del Espíritu Santo, mediante la imposición de manos, a quienes alegres y con fe han aceptado la salvación. Los frutos, ya cada cual puede sacar las conclusiones.
- Anuncio del Espíritu de la Verdad: ¿Qué es la verdad? Se preguntó Poncio Pilatos antes de entregar a Jesús a los judíos la víspera de la Pascua para darle muerte. Hoy nosotros sabemos qué es la Verdad, quién es la Verdad, quién dice la Verdad. Dios para ello nos enviará al Espíritu, para poder discernir y hablar en nombre de Dios. Hoy, no hay duda que muchos se adueñan de la verdad, y la proclaman como un derecho adquirido. Debemos tener cuidado… Dios es la Verdad, y por ello hay que ser prudente antes de llevarse los laureles personales.
- Sufrir por hacer el bien: Suena casi utópico en estos días… pero es Palabra de Dios, y si es su Voluntad sufrir para hacer el bien… ¿Quiénes somos nosotros para decir que no a Dios?... El Espíritu, sin duda nos aclarará muchas de nuestras dudas…

Pidamos a Dios poder prepararnos para actuar de acuerdo a los criterios del Espíritu, que pronto vendrá para enseñarnos y revelarnos la Verdad. Amén.