sábado, diciembre 16, 2006

¡Aclamemos al Señor con alegría!

Con esta antífona del Salmo, les dejo la homilía de este fin de semana. Cuidense, y preparen convenientemente la Navidad. No he actualizado este blog porque he estado con mucha pega...

Tercer domingo de Adviento
17.12.06

Lecturas
Sof. 3, 14 – 18 a.
Flp. 4, 4 – 7
Lc. 3, 10 – 18

Todo tiempo de Adviento es especial, pero se hace más evidente eso cuando esperamos con cariño el Nacimiento del Salvador. Y este Adviento, las lecturas continúan preparando nuestro corazón y vida para ese nacimiento. Hoy la liturgia nos invita a estar alegres en el Señor, porque éste, está cerca.
El profeta Sofonías nos habla de la esperanza y la alegría por el hecho de que el Señor habita en medio del pueblo: motivo de regocijo y causa de alegría para quienes han permanecido fieles esperando a su Señor, un pueblo pequeño y humilde, un “resto” fiel a las promesas del Señor. La lectura describe tanta alegría y gozo, que parece un texto de restauración final, como la que esperamos al fin de la historia. En la espera del nacimiento del Señor, también nos preparamos para ese acontecimiento, al final de la historia, y ciertamente debemos estar jubilosos y preparados.
Las recomendaciones de Pablo a la comunidad de Filipos, no hacen más que confirmar que debemos estar alegres, e insiste en esa idea. Junto con invitarles a estar alegres, les recomienda ser bondadosos, para que el testimonio de esa bondad sea la carta de presentación ante la comunidad que les observa; dejar de lado la angustia y permanecer firmes en la oración para alcanzar la paz de Dios en el corazón… elemento tan poco común en el mundo de hoy. Son recomendaciones para aprender a vivir en el mundo en que nos movemos, y venidas de San Pablo, ciertamente suenan muy bien.
El Evangelio de Lucas nos habla de parte de la vida de Juan Bautista, que anuncia fuertemente la conversión a quienes se acercaban a recibir su bautismo, como signo de preparación para la venida del Mesías. A quienes buscaban esa conversión, Juan les hablaba de un cambio de vida, tal como lo leemos hoy en el texto bíblico. En el Adviento, un modo concreto de preparar esa venida del Mesías hecho hombre, es cambiar en las actitudes que podemos tener malas.

Aprendizaje de la Palabra:
- Adviento, tiempo de la alegre espera: Al celebrar cada año el tiempo de la Venida del Señor, descubrimos un nuevo motivo de alegría; en el Adviento, cada hombre y mujer encuentra motivos “para seguir esperando” y alegrándose porque el Señor ya llega. La alegría, elemento tan difícil de encontrar en el mundo actual, se nos ofrece en esta Navidad de manos de un Niño Dios que vendrá para que tengamos motivos ciertos para estar alegres. Ese sello tan propio del cristianismo, es un buen regalo que podemos ofrecer, especialmente a quienes están tristes por la vida.
- Adviento, tiempo de testimoniar mi fe: También el tiempo de Adviento apunta a la idea de mostrar con testimonio de vida el seguimiento del Señor. No nos sirve decir que somos cristianos sin un testimonio real. Por ello, al igual que los que se acercaban a preguntar a Juan Bautista en el Evangelio sobre lo que debían hacer, nosotros esta Navidad también tenemos que hacernos esa pregunta para mostrar al mundo que Cristo vive.

Que tengas una buena semana. Bendiciones.

domingo, noviembre 19, 2006

Homilía

33º domingo del tiempo ordinario
19.11.06

Lecturas
Dan. 12, 1 – 3
Sal. 15
Heb. 10, 11 – 14.18
Mc. 13, 24 – 32

Ya hemos llegado al fin de semana penúltimo del tiempo ordinario, y las lecturas nos llevarán a pensar en los últimos días, en las cosas que ocurrirán cuando venga el Hijo del Hombre. Es también el minuto, litúrgicamente hablando, para hacer balance sobre el caminar como discípulo.
La primera lectura, tomada del libro de Daniel, es un texto que habla sobre el día final, en que se verá el destino de la humanidad; llama la atención además, que ya en este libro aparece la idea de la Resurrección, asociada a la tribulación y la prueba. La liberación de ese pueblo, es lo que se muestra bajo los conceptos de esperanza, vida, alegría, justicia, etc… Tiempos de angustia, camino de tribulación… ¿les suena? Seguramente si. A muchos hoy les toca transitar esa senda; y cuántos se revelan a ella también. La lectura de Daniel nos abre a la esperanza de una vida futura nueva y mejor luego de la prueba y la tribulación.
La segunda lectura, tomada de la carta a los Hebreos, nos ha estado hablando sobre el sacerdocio de Cristo y el de los sacerdotes del culto judío. La diferencia aparece marcada por el hecho de que la acción de ofrenda de Cristo tiene alcance salvífico, porque Dios Padre lo ha querido así. La salvación de Jesús es lo que debemos aprender a agradecer hoy, especialmente a la luz de las otras lecturas de esta semana, que le dan un tinte nuevo.
El Evangelio de Marcos, nos muestra un capítulo escatológico, o sea, nos habla sobre lo que los judíos esperaban que aconteciera el día final. Es una imagen llena de eventos cósmicos que acompañarán ese minuto en que el Hijo del Hombre aparecerá lleno de gloria y poder. La enseñanza del texto, no está en quedarse en los eventos cósmicos que describe, sino en mostrar la necesidad de aprender a conocer el tiempo de esa venida, a través de los signos de los tiempos. Efectivamente, podemos quedarnos en lo espectacular de la descripción, y no poner el acento en lo esencial, que es fijarse bien en el hecho de que el tiempo de Dios se va a cumplir, y el Señor vendrá para dar cumplimiento a todos nuestros anhelos más profundos. ¿Cuándo será eso? Cuando el Padre Dios lo tenga presupuestado. Insisto, nuestra preocupación no se centra en los acontecimientos cósmicos, ni en la hora, sino en el hecho de que debemos prepararnos y estar atentos.

Aprendizaje de la Palabra:

- Resurrección en medio de la angustia: De todos los elementos escatológicos y apocalípticos que se nos ofrecen en las lecturas, la esperanza la coloca la idea de Resucitar. Y resucitar luego de la tribulación. Es una esperanza que se verá coronada al final de los días. Cuanto necesitamos hoy esa mirada para alcanzar plena comprensión al dolor que podemos tener hoy respecto de algún aspecto de nuestra vida. Es un proceso de vida… luego de la angustia, sale el sol nuevamente, luego del dolor, resucitamos. Es el camino que Cristo nos ha mostrado, que hoy nos anticipa el libro de Daniel, el proceso que muchas veces nos toca vivir a cada uno.
- Tiempo final de la historia, tiempo de estar atentos: Otra de las enseñanzas que conocemos y sabemos es que tenemos que estar preparados para la venida del Señor, fecha que no conocemos, pero si tenemos pistas, como el hecho de observar los acontecimientos a nuestro alrededor, y el saber que la prueba es un signo claro de ella. La atención en este tiempo se centra en el ámbito de la espera atenta y responsable de la venida del Señor. Reconocer los signos de los tiempos, nos dirá la Iglesia, es un elemento importante.

Caminemos atentos, especialmente al fin del año litúrgico, pensando en nuestro futuro encuentro con el Señor de la Vida. Que María Santísima nos acompañe en este caminar. Amén.

viernes, noviembre 10, 2006

Homilía

32º domingo del tiempo ordinario
12.11.06

Lecturas
1 Re. 17, 8 – 16
Sal. 145
Heb. 9, 24 – 28
Mc. 12, 38 – 44

Fin de semana penúltimo del tiempo ordinario, ya se acerca la Fiesta de Cristo Rey, y el tiempo del Adviento. Además, durante este tiempo caminamos de la mano de la Virgen Madre durante este mes dedicado a su honor en nuestra Iglesia chilena.
Las lecturas de este fin de semana nos muestran cómo el abandono en Dios es recompensado, cómo el hecho de poseer lo mínimo materialmente no es obstáculo para compartir, al punto de entregar incluso aquello que se tiene para vivir. El ejemplo de las viudas mencionadas en las lecturas, se transforma en modelo de discípulo a seguir. Además, el evangelio nos llevará a rozar con el tema del culto sincero y verdadero a Dios. Miremos las lecturas.
La primera lectura del primer libro de los Reyes, nos relata un pasaje de la vida del profeta Eliseo, en que se encuentra con una viuda que está pasando muchas dificultades. El profeta le pide ayuda (agua y algo de comer), la viuda le proporciona esa ayuda y el Señor hace el milagro… la viuda, que estaba a punto de morir de hambre, se ve bendecida por la Palabra de Dios que el profeta le ha entregado, de que no le faltará para comer. El milagro acá se manifiesta para afirmar la presencia del Señor donde hay un corazón generoso.
La segunda lectura, tomada – como las últimas semanas – del libro de los Hebreos, nos sigue mostrando la superioridad del sacerdocio de Jesús por el de los levitas. Hoy, la comparación apunta al rito de los sacerdotes de la antigua alianza de entrar una vez al año al templo para ofrecer sacrificios y ofrendas por los pecados propios y los del pueblo; nos dice que Jesús entró una vez para abolir así el pecado mediante su sacrificio. Así, el sacrificio de Cristo Jesús se ha hecho de una vez para siempre.
El Evangelio de este fin de semana, tomado como ha sido todo este año del Evangelista Marcos, también nos habla de una viuda, al igual que la primera lectura. En el texto hoy vemos a Jesús, hablando sobre la necesidad de cuidarse de la levadura de los fariseos, que se muestran ostentosos y ávaros; y en ese contexto, se pone a contemplar a quienes van al templo a dejar sus ofrendas y limosnas. Observa que pasa la gente, dejando como limosna aquello que tienen, y al pasar una viuda pobre, deja allí una moneda que era su capital. En porcentaje, esta mujer ha dejado más, y en el fondo, se ha desprendido y abandonado a la mano de Dios. Jesús inmediatamente destaca el ejemplo de esta mujer, diciendo que ha sido ella la que se ha desprendido más que todos los que han pasado por allí. La lectura busca contraponer dos posturas frente a la forma de enfrentar y ver el mundo: los fariseos, y una viuda.

Aprendizaje de la Palabra:
- La palabra del Señor que sostiene la vida: La lectura del libro de Reyes, quiere mostrarnos que Dios actúa en la vida, en medio de las dificultades. Para esto, se requiere claro está hacer un voto de confianza en Dios a través de la fe. Si la viuda de Sarepta no se hubiese abandonado a la Palabra que el profeta Eliseo le ofrecía, talvez su camino habría sido otro.
- El ejemplo de la viuda: Esta es talvez la enseñanza más clara que aparecen durante este fin de semana en las lecturas. La pobreza se ha disfrazado en una mujer que en realidad sabe vivir como si lo tuviera todo. Esa es la clave de la pobreza, vivir solo el día a día, despreocupado por las cosas materiales. Hoy, no son pocos los que se desviven por lo que tienen, por lo que quisieran tener, por lo que no tienen… cuánta esclavitud hay en ellos, cuántos desvelos inútiles y vacíos; estas personas que viven así se parecen más a los fariseos que a la viuda claramente. El contraste entre esta mujer y los fariseos en el texto viene de la mano de desenmascarar la avaricia de los últimos, dejando como verdadero ejemplo de vida a una mujer. El contexto del texto, es el templo, por lo que la mujer – en comparación con los fariseos – es capaz de dar un culto verdadero, puro y desprendido a Dios. A eso apuntamos también hoy.
- El ejemplo de la Solidaridad: Otra de las cosas que aparece fuerte en las lecturas, es el tema de la solidaridad. Y eso debe comenzar por nuestro alrededor. Leyendo la Encuesta Nacional Bicentenario, entregada por Adimark y la UC, aparece un punto inquietante que confirma el Evangelio, al menos en los chilenos. Es el hecho de que quienes más tienen económicamente son los que menos de acuerdo aparecen con la idea de ayudar a sus padres cuando éstos están impedidos de mantenerse[1] por si solos. Es un dato estadístico, pero que confirma que la avaricia es un pecado actual. Por eso debemos crecer en aristas relacionados con la solidaridad.

Pidamos al Señor aprender a mirar nuestra vida con desprendimiento, a no entregar el corazón a los bienes materiales, a ser solidarios de verdad. Amén.
[1] Cf. Encuesta Nacional Bicentenario, UC – Adimark, 2006; III.- Familia y hogar, página 36. (ABC1, 52,1%; E, 76,2 %).

sábado, noviembre 04, 2006

Amar a Dios y al Prójimo

31º domingo del tiempo ordinario
05.11.06

Lecturas
Deut. 6, 1 – 6
Sal 17
Heb. 7, 23 – 28
Mc. 12, 28b- 34

“Tu no estás lejos del Reino de los Cielos”… ¿a quien de nosotros no le gustaría que Jesús nos dirigiera esas Palabras? Creo que todos queremos escucharlas, y asegurarnos de que Jesús nos las dice a mi. Este fin de semana, las lecturas nos dicen esta oración, y mucho más. Revisaremos en el A. T. las Palabras que Moisés ha recibido de Dios respecto a la Vida, a cómo alcanzar la salvación; escucharemos en la carta a los Hebreos que nos habla nuevamente sobre el Sacerdocio de Jesús y su Sacrificio perfecto; y en el Evangelio escuchamos un camino de perfección en base a las Palabras de la ley resumidas en el mandato del amor. Miremos un poco más.
El pueblo de Israel, bien sabemos, se forma en torno a la figura de Moisés que les aglutina y se transforma en el intercesor entre el pueblo y Dios. En ese contexto, escuchamos esta lectura, del libro del Deuteronomio - que nos habla sobre leyes sagradas - sobre la ley que debe saber y cumplir un buen israelita para vivir. En realidad, se trata de un texto no menor para todo buen israelita: es parte de uno de los llamados “credos de fe” israelita: “Escucha Israel; El Señor, tu Dios, es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy…” Hoy, nosotros también recibimos este credo como algo nuestro y necesario para alcanzar la Vida Eterna. Estas palabras fueron dadas a Israel para que tuvieran una larga vida, ellos, sus hijos y sus nietos. La invitación es a empeñarse en cumplirlos. Es un pacto, una alianza, un trato muy fuerte. Que bueno que podamos hacer hoy nuestras estas palabras.
El sacerdocio de Cristo, es eterno e inmutable, que no necesita ser actualizado como el del A. T. En Jesús, Dios Padre nos ha abierto las puertas de la salvación a través de su Sacrificio. Eso es por la Resurrección de Jesús, que nos ha abierto esas puertas santas de la salvación y de ese modo, se ha hecho prójimo nuestro acompañándonos en el sacrificio.
El Evangelio de Marcos, sigue la línea de la primera lectura que hemos escuchado, y nos habla sobre la Ley de Dios. En un diálogo Jesús y un escriba – un conocedor de la ley - que se acerca a preguntar a Jesús a preguntar cuál es el primer mandato; Jesús le responde sobre el amor a Dios primero, y luego el amor al prójimo. Debemos leer en el escriba un deseo muy profundo del mundo judío, por mantenerse apegado de verdad al plan de salvación de Dios; por ello, su contrapregunta y respuesta apunta a un corazón convertido, que pone en el centro de la vida el amor más que los sacrificios externos que podamos realizar. Su respuesta provoca la respuesta favorable de Jesús, que muestra su admiración por lo bien respondido. En el escriba, podemos ver una búsqueda auténtica de la verdad, que deja fuera las cosas que pueden estropear el toparse con lo verdadero y claro del Evangelio.

Aprendizaje de la Palabra:

- El corazón de la ley: Al leer el texto del Deuteronomio, podemos descubrir tras él todo un espíritu que apunta a conocer y grabar en el corazón lo que Dios nos manda. El israelita así lo aprendió; hoy nosotros como cristianos así también queremos vivirlo. Esto será posible en la medida que coloquemos en el corazón esa ley, la hagamos nuestra y la vivamos a conciencia, con lealtad y esfuerzo día a día.
- Amor a Dios y al prójimo: Las lecturas de este fin de semana buscan que volvamos al centro del Mensaje de Salvación, que se reduce a esta frase: Amar a Dios y al prójimo, que vale mucho a los ojos de Dios y nos aprovecha para nuestro propio bien. Suena fácil decirlo, pero ciertamente es un camino que necesita primero tener un corazón bien dispuesto y claro respecto de lo que debemos conocer para seguir a Dios.

Pidamos a Dios la gracia de poder amarle y servirle, sobre todo en los demás, en nuestros prójimos, en quienes buscan una mano de amor y cariño. Amén.

miércoles, noviembre 01, 2006

Todos los Santos

Lecturas:
Apoc. 7, 2-4.9-14
Sal.23
1 Jn. 3,1-3
Mt. 4,25-5,12

En este día, que la Iglesia nos invita a celebrar a todos los santos, las lecturas nos llevan a mostrar una espiritualidad de santidad, marcada esta por el ejemplo de quienes nos han precedido. Lo primero que debemos hacer este día es agradecer a Dios por todos los ejemplos que nos ha dejado en la Iglesia: miles de hombres y mujeres que han seguido las huellas del Señor a través de la vida que Dios les ha regalado.
Hoy, tampoco son pocos los ejemplos de entrega y santidad que observamos en nuestras comunidades. Pero dejemos que sean las lecturas las que nos den la pista de cómo debería ser nuestra vida; no para que nos desanimemos mirando lo lejos que estamos de ese ideal cristiano, o cuanto nos falta, sino para que agradezcamos por tener la posibilidad de aspirar a tan grandes realidades.
En la primera lectura del libro del Apocalipsis, leemos como aparece una multitud, que ha lavado su túnica en la Sangre del Cordero. Es una representación simbólica de la liturgia eterna, en donde están quienes han sido fieles – según el lenguaje apocalíptico – y han sufrido la gran tribulación, marcado por las pruebas. Ahí ya tenemos una pista: vivir la tribulación, la prueba, dar la pelea. La Iglesia, ¿a quiénes declara santos? A aquellos que han vivido de manera heroicas las virtudes teologales (fe, esperanza, amor). De esto, tenemos miles de ejemplos.
La segunda lectura, refuerza esta idea. Solo quienes le reconocen como Señor pueden ser sus hijos, aquellos que “tienen su esperanza en Él”. Esta esperanza, debe ser operativa, viva, o sea, debe vivirse y manifestarse en la vida lo que es el motivo de mi esperanza: la salvación del Señor. Se trata de vida coherente con la fe, buscando hacer la voluntad de Dios en cada espacio de nuestra vida; de dar testimonio, a través del seguimiento de Jesús, de que es posible vivir en el amor. Ese será el mayor signo de que nuestra esperanza es verdadera; cuando aparezcan quienes nos critican o se ríen porque tenemos esperanza en Dios, ése es el mayor signo de que estamos caminando correctamente.
El Evangelio, es una de esas lecturas que más tenemos guardada en nuestra memoria: es un texto bonito, un discurso acabado, pleno, de los que no nos cansamos de escuchar; pero también es inquietante: ¿felices los que tienen alma de pobres, los afligidos, los pacientes, los que tienen hambre y sed de justicia (salvación), los misericordiosos, los de corazón puro, los que trabajan por la paz, los perseguidos, insultados a causa de Jesús? Si. Esos son felices, a los ojos de Dios, claro está. Este Evangelio, no es muy bien recibido por quienes no conocen a Dios, por quienes no conocen a Jesús. Lo que pasa, es que éste es el camino, la tribulación de la que habla el Apocalipsis. Es el camino del Reino, que Jesús viene a instaurar, que muy poco tiene que ver con el mundo. Ciertamente, no es el camino ancho, ni el de los primeros puestos; al contrario, es el camino angosto, el de quien no tiene dónde reclinar la cabeza, el del desprendimiento y entrega hasta el límite. Ese es el camino que miles han escogido, y al que Dios nos llama a todos. La santidad no es un ideal inalcanzable, es una realidad que podemos alcanzar con este itinerario de vida. La recompensa, no se hace esperar, viene luego de la prueba: El Reino de los cielos, el consuelo, la tierra en herencia, la misericordia, ver a Dios, ser Hijos de Dios, la recompensa en el cielo. Eso es lo que miles de miles están gozando ya, y a lo que el Señor nos llama.
¿A qué nos llama Dios en definitiva?
A una salvación universal: El Apocalipsis, al nombrar a los 144.000 que han sido marcados, está hablando luego de una multitud incontable, que ha pasado la gran tribulación. Este grupo incontable, es de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas: universal. Quienes lavan su túnica en la Sangre del Cordero, son incontables. Tal vez la Iglesia, no los reconoce a todos, pero el hecho de que les veneremos a quienes conocemos, es símbolo además de que reconocemos la gracia que Dios ha derramado a través de sus vidas, que es para nosotros un motivo de alegría y esperanza.
A una purificación: En el Apocalipsis, leemos sobre esta purificación necesaria para estar entre esta multitud incontable. Debemos dejar a Dios que nos limpie, que nos lave, que nos purifique. Ya fuimos lavados y purificados en la aguas del Bautismo, pero no es suficiente eso; debemos estar atentos y dispuestos para lavarnos constantemente en la Sangre del Cordero.
A hacer su Voluntad: El tener fe en Dios, implica conocer y cumplir su voluntad. Si los santos no se hubiesen preocupado por cumplir la voluntad de Dios, jamás hubiesen llegado a ser santos. Ellos tomaron muy en serio lo de las bienaventuranzas, y las hicieron vida. Es verdad, no aparece muy atractivo a los ojos del mundo, pero es el camino de Jesús, que ha trazado ese recorrido para quienes somos suyos. Cumplir su voluntad, cuando estamos en sintonía con Jesús, no es una carga, es una bendición.
A ser felices: Todos nosotros coincidimos en algo: queremos ser felices. Las bienaventuranzas, hay que leerlas en esa clave; la felicidad está trazada en esas palabras, si las vivimos. Es una felicidad que nos hace vivir despreocupados de nosotros, centrados más en el otro que en el propio yo. Las bienaventuranzas son pautas para el comportamiento cristiano de la comunidad de Mateo, talvez demasiado preocupado y centrada en si misma. Es la actualización del Reino; cada vez que vivimos según el espíritu de las bienaventuranzas, estamos haciendo presente el reino de Dios a los ojos del mundo. Nuestra felicidad, está en Dios. No dejemos engañarnos por quienes no tienen esperanza. Al contrario, dejémosle ejemplo a ellos, para que vean que se puede ser feliz en el camino del Señor. Pensemos en los santos... ¿hubo alguno triste? No, todos estaban felices, la irradiaban a quienes les rodeaban. La felicidad, es consecuencia entonces de cumplir la voluntad de Dios; lee tu vida en esa clave de amor.
A dar testimonio: En el espíritu de las bienaventuranzas, está condensada todo un estilo de vida. De nada nos sirve leerlas y seguir donde mismo; es necesario renovar nuestro seguimiento y nuestro compromiso con el Señor, y dar testimonio de que la santidad, es un regalo, una gracia, una realidad, un camino hacia la felicidad, que podemos vivir hoy, en medio del mundo, como verdaderas semillas del Reino de Dios.
En fin, en este día agradezcamos el poder pertenecer a una multitud incontable, que opta por la voluntad del Señor como camino para la felicidad; agradezcamos la fe que Dios nos regala, sabiendo que como don, debemos cultivarla, aumentarla y hacerla crecer; agradezcamos el poder amar; el tener esperanza. Pidamos a Dios que aumente estos dones para alcanzarle a Él, y ser felices por la eternidad. Nuestros fieles difuntos, ya gozan de esto, y por eso, hay que estar alegres también. Amén.

sábado, octubre 28, 2006

Homilía: Paternidad de Dios y ceguera

30º domingo del tiempo ordinario
29.10.06

Lecturas
Jer. 31, 7 – 9
Sal. 125
Heb. 5, 1 – 6
Mc. 10, 46 – 52


Cuando andamos por la vida ciegos, por supuesto, necesitamos de alguien que nos ayude, no porque no nos demos cuenta que estamos ciegos; reconocemos esa carencia que siempre nos acompaña, sino más bien la ayuda que necesitamos es para desplazarnos, para que nos describan algo, para que conozcamos algo que no podemos conocer con el sentido visual. La Misa nos ayuda para describir algo que necesitamos conocer, que nos muestre una realidad de la que estamos apartados por diversos motivos y que no podemos conocer aún.
En este fin de semana las lecturas de la Misa quieren mostrarnos un rostro paternal de Dios, acercarnos al Misterio de Cristo Sacerdote que se ofrece por nosotros, y a un ciego que reconoce su ceguera, y pide la gracia de ver.
El texto del profeta Jeremías nos muestra un texto que describe el ambiente de quienes regresan del destierro de Babilonia, de cómo Dios ha salvado al “resto de Israel”. La invitación de la lectura es a alegrarse y a volver esperanzados a la tierra que Dios les ofrece, llenos de consuelo. El estar lejos de la tierra, les ha hecho valorar lo que son, y por lo mismo, añorar los días en su “casa”. Lo que impacta del texto es esta imagen paternal de Dios, que reconoce en este pueblo parte de su vida. Nos cuesta a veces encontrar esa imagen de parte de Dios en la vida, por eso, no deja de ser un lindo texto para pensar en nuestra relación filial con Dios.
El texto de la carta a los Hebreos, nos muestra un bello trozo respecto al sacerdocio de Jesucristo, que no es como el sacerdocio de la antigua alianza de Israel, que solo ofrecía sacrificios para aplacar a Dios. El Sacrificio de Cristo Sacerdote, es distinto, eterno, y no pasará jamás. Solo en Él tenemos Vida Eterna, y desde su Sacrificio, podemos unir el nuestro de cada día en la Eucaristía para darle sentido profundo.
En el Evangelio nos topamos con un texto muy sencillo, pero profundo. Se trata de un ciego, que se acerca a Jesús en medio de una multitud. Lo primero que podemos reconocer en este ciego, es que a pesar de su ceguera, reconoce a Jesús como el Mesías que el pueblo de Israel espera: lo llama “Hijo de David”. Jesús lo llama, y este ciego salta desde el lugar en donde está, y al llegar donde Jesús, éste le pregunta qué puede hacer por él… le responde “Maestro, que yo pueda ver”. No podía haber sido más clara y profunda su petición. Cuanta lectura podemos hacer de esta petición de Bartimeo… “Que pueda ver…” Las cegueras en nuestra historia seguro pueden ser muchas, pero reconocerlas e identificarlas, seguramente no.

Aprendizaje de la Palabra:
- Dios como Padre: No es un tema menor, especialmente para los que estructuramos nuestras vidas en torno a lazos que Dios nos regala así. Sentir a Dios como Padre, no siempre es fácil, descubrir esa historia con Él, requiere revisar nuestra propia historia personal con la persona que Dios nos ha entregado como padre. Talvez necesita ser iluminado por Dios para sanar, como Bartimeo en el Evangelio, y dejar de estar ciegos en este punto. Israel descubrió ese rostro paternal luego de mucho caminar y tener historia junto a Dios. La imagen de Dios Padre, es algo que nos hace bien reconocer, el tema de sentirnos Hijos nos da sentido de pertenencia y nos abre a otras perspectivas de saber que no caminamos solos en el mundo.
- La ceguera en el camino: La semana pasada, nos topábamos con un Evangelio en que Jesús hacía la misma pregunta a los hijos de Zebedeo… ¿Qué puedo hacer por uds.?... pero su petición estaba llena de ambición y lejos del Evangelio. Hoy, la misma pregunta de Jesús encuentra en Bartimeo, una respuesta clara y limpia, pura, transparente… Maestro, que yo pueda ver… y el texto nos dice que se puso a caminar junto a Jesús por el camino. Que lección de discipulado nos ofrece este texto. Casi no necesita comentario, sino solo que hagamos esta petición nuestra, a cada paso del camino… Señor, que vea.

Pidamos al Señor estas gracias este fin de semana y dejar de estar sentados a la vera del camino, para entrar a ser parte activa de nuestra historia de salvación; pidamos poder revisar nuestra historia, aclarar aquellos puntos que necesitan la luz del Señor y dejar de vivir ciegamente. Amén.

viernes, octubre 20, 2006

Homilía de este fin de semana

29º domingo del tiempo ordinario
22.10.06

Lecturas
Is. 53, 10 – 11
Sal. 32
Heb. 4, 14 – 16
Mc. 10, 35 – 45

Si en algo el rostro de Dios se nos hace patente, es en el tema del servicio y la entrega. Jesús vino a enseñarnos esa ruta para alcanzar la felicidad eterna. Contemplar a Dios que sufre por nosotros, abandonarnos a seguir su camino apostando a que podemos transformar el entorno que vivimos. Muchas cosas por hacer.
La primera lectura que nos ofrece hoy la liturgia, es del profeta Isaías, quien nos ofrece muchos textos que la Iglesia ha leído en clave cristiana. Uno de esos textos, son los llamados “cánticos del siervo sufriente”. Hoy, leemos parte del cuarto cántico. Acá se nos dice que este siervo a través del sufrimiento ha aprendido a ofrendar su vida, y que este ofrecimiento, no quedará sin recompensa. Este siervo justo, salvará a muchos, y cargará además con las faltas de muchos… ¿Cómo no ver en este texto a Cristo, que nos ha dado su vida para que nosotros tengamos vida? Imposible no hacerlo.
La segunda lectura nos invita a algo que parece evidente en nuestra fe, pero que en realidad nos cuesta mantener: estar unidos a Jesús, al verdadero Jesús, no al que armamos de acuerdo a nuestra medida y necesidades. El verdadero Cristo se ha compadecido de nuestras debilidades y ha sido sometido a las mismas pruebas que nosotros… menos el pecado; por lo tanto, cuando nos sintamos débiles, fijemos nuestra mirada hacia este Sumo Sacerdote que se ofrece por nosotros, y ofrezcámonos también en nuestro sufrimiento para darle un sentido redentor a nuestras vivencias. Vayamos a su trono, y encontraremos misericordia… realmente bella lectura.
El Evangelio de Marcos quiere llevarnos al tema del servicio y de las intenciones que arrastramos en el corazón. El diálogo de Jesús con sus discípulos, por desgracia, no es algo que solo les ocurre a ellos. Hoy, no son pocos los que luchan por su cuota de poder y saber qué es lo que me corresponde a mí… nada más lejos del Evangelio y de la voluntad de Dios. El Padre, en Cristo nos ha dado el ejemplo de lo que debemos aprender a hacer con respecto a la disposición y el servicio. No somos los dueños, sino solo servidores a los que Dios nos ha confiado una existencia terrena para alabarle con nuestras obras.

Aprendizaje de la Palabra:
- Cristo, el Siervo entregado a la voluntad del padre: Al leer a Isaías en este cántico, no podemos sino agradecer porque Dios Padre nos ha salvado por su Hijo Jesucristo a través de la entrega de su propia vida. Su vida y entrega al sufrimiento, ha sido por un sentido redentor; y quienes quieran acercarse a Él, será por ese medio.
- Servicio versus Autoridad: Ambos conceptos no los asociamos en el mundo que vivimos. En el Evangelio, caminan sin problemas de la mano, gracias al sentido que Cristo ofrece con su propia vida. El tener autoridad lleva siempre una cuota de responsabilidad, y con mayor razón cuando tenemos a cargo la vida de otros. Servirles, es nuestro deber, es parte de la vocación que Cristo nos revela. La misericordia de la que nos hablaba la carta a los Hebreos, perfectamente puede encajar acá con esta idea del servicio sincero a los más débiles.
Pidamos al Señor poder servir y comprender nuestro caminar en esa línea. Amén.

No teman, porque valen mas que muchos pájaros... (Lc. 12, 17)

A raiz de este texto bíblico, hoy pensaba y rezaba sobre los miedos que tenemos. ¿Quién no tiene miedos en la vida? Creo que todos los tenemos. ¿Qué hacemos con los miedos? Muchas veces no sabemos como enfrentarlos.
¿Qué es el miedo?
La palabra miedo viene del latín "medus", y el diccionario lo define como una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Es tener una aprensión de que suceda algo que no queremos. El miedo es desde ese punto de vista, una falta de confianza en algo o alguien.
Con el miedo tenemos que tener cuidado, porque ya sea real o imaginario el peligro que nos causa ese temor, corremos un riesgo cierto... paralizarnos.
El miedo nos frena: cuando tenemos miedo, tendemos a paralizarnos, a no actuar, a detenernos. Personalmente, le tengo miedo a los perros, y si veo que un perro se me acerca, me quedo quieto, me paralizo y hasta nervioso me coloco. Con nuestros temores en la vida, necesitamos enfrentar esos miedos para no paralizarnos. Si nos quedamos parados, no avanzamos y podemos crecer como personas.
Enfrentar los miedos: Al enfrentarlos, habremos superado una barrera que no nos deja ser libres respecto al temor. Superar el miedo a las alturas significará aprender a no mirar para abajo, a no marearse, a aprender a caminar en las alturas. Si enfrento el miedo, habré ganado en confianza conmigo mismo y con mi entorno.
Confiar en Dios: A raíz del texto bíblico citado, necesitamos confiar en Dios. Para ello, tengo que revisar la imagen de Dios. Algunas personas le tienen miedo a Dios. Eso no puede ser. A Dios no podemos temerle, sino sentirlo como amigo. Dios no es un miedo a vencer, sino una persona a la que conocer y amar.
Qué hacer para enfrentar el miedo? Conocernos. Si, esa es la clave, conocerse a sí mismo, como Dios nos conoce. Cuando tengamos miedo, pensemos en que tenemos la posibilidad de crecer, de avanzar respecto a un tema determinado. Animo, a enfrentar el miedo y vencerlo junto a Dios.

viernes, octubre 13, 2006

Homilía


En mi otro blog, les dije que desde este fin de semana, las homilías se cambiarían a este blog. Creo que encajan mejor en este lado. Talvez las lean pocas personas, porque creo que no muchos visitan este blog. En todo caso, en el otro blog, casi no las comentaban. Veamos como resulta acá.



28º domingo del tiempo ordinario
15.10.06

Lecturas
Sab. 7, 7 – 11
Sal. 89
Heb. 4, 12 – 13
Mc. 10, 17 – 30

¿Quién no desea ser sabio en la vida? Esa parece ser la solución a todas nuestras carencias y falencias, que no sabemos cubrir por nuestras limitaciones. Hablar de sabiduría, es sinónimo de hablar de felicidad. Ambas cosas van de la mano. ¿Quieres saber porqué? Porque la Sabiduría se nos concede de lo alto, cuando disponemos nuestra alma para recibirla de parte de Dios. De eso y más nos hablan las lecturas de este fin de semana.
La primera lectura está tomada del libro de la Sabiduría. Este libro, es atribuido en autoría a Salomón (el rey sabio por excelencia), o su círculo cercano; por ello, nos hablará entre otros temas del gobierno, de la justicia y otros temas “políticos”. El texto que hoy escuchamos es una especie de confesión del rey, quien nos cuenta cómo adquirió la Sabiduría. Así, se nos muestra cómo la oración es el punto de partida, para terminar valorando las cosas en su justa medida. Ahora, ¿que entendemos por sabio? En el antiguo oriente, todas las culturas tienen textos que pretenden aclararnos este sentido, y se preguntaban qué es lo que hace que el hombre pueda conducirse con prudencia y habilidad en la vida… quien encontraba esa respuesta, era un sabio. Si nos atenemos a lo bíblico, sabio en la Biblia es aquel que ha encontrado a Dios. La sabiduría es en la Biblia un don del Espíritu Santo. No solo nos indica sobre alguien que posee conocimientos, sino también nos entrega un don particular para discernir. En el texto que leíamos recién, sabio es quien es capaz de dejar atrás todo, con tal de tener la claridad de Dios para conducirse en la vida.
La segunda lectura, quiere mostrarnos el poder de la Palabra de Dios, que siempre tiene poder. Cuando hablamos de Palabra de Dios, nos referimos al hecho de que Dios se ha comunicado con nosotros; por lo mismo, como es eficaz, penetra nuestra alma, nada escapa de su vista, nos exige respuesta. Una premisa de la Biblia es que cuando Dios habla, el hombre responde. Eso debemos hacer hoy nosotros, cuando muchos creen que Dios calla frente a tantas cosas que ocurren a nuestro alrededor. No nos engañemos, Dios no es mudo, algo ha dicho, y ahora espera nuestra respuesta.
El Evangelio de Marcos, nos habla sobre el encuentro de Jesús con un joven que se acerca para pedirle consejos sobre qué debe hacer para entrar en la Vida Eterna. El texto, nos deja ver que se trata de un hombre que lo hace con toda buena intención, que es recto, que ha vivido los mandatos, pero que no tenía la iluminación del Espíritu para aceptar la respuesta de Jesús que le descoloca completamente de sus planes. Termina alejándose triste, “porque posee muchos bienes” que le atan para ser verdaderamente libre y seguir al Señor. Jesús le habla de la perfección, y hasta ahí llega la conversación. ¿Te has preguntado alguna vez si no has hecho tu lo mismo con Dios cuando te habla en algún acontecimiento?, ¿cuáles son tus riquezas hoy que te atan?

Aprendizaje de la Palabra:
- Ser sabios a los ojos de Dios: Hoy, muchos pueden decir que son sabios, que poseen conocimientos, ciencias, que son eruditos en muchas materias. Que bueno por ellos. La Palabra de Dios, hoy nos habla de sabiduría, pero no de ésta, sino de la que se hace oculta a los soberbios e insensatos que no han puesto su confianza en Dios. La sabiduría, reside más allá de las riquezas, como nos dice la primera lectura o lo recalca el Evangelio en este joven rico. La verdadera sabiduría viene de Dios, y consiste en mantener una amistad sana con Dios. Ese hombre, esa mujer, es sabio y bienaventurado.
- La palabra de Dios es nuestro norte: El joven rico, si bien es cierto, conocía las Escrituras, no las llevaba profundamente ancladas en el corazón. Es allí donde debe nacer nuestro discipulado verdadero del Señor. La palabra allí puede encontrar sentido, puede encontrar un buen lugar de producción. Ella “discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. No nos contentemos solo con conocerla.
- La verdadera riqueza consiste en no “acumular”, sino en “desprenderse”: Qué extraño suena esto, pero en la lógica del Evangelio, así es: Los que acumulan, se quedan vacíos y se van tristes, como el joven; en cambio quienes se desprenden de todo, recibirán recompensa, el “ciento por uno” en esta vida, y la Vida Eterna, que era la interrogante del joven. ¿Aún no te convences?

Bien, ya está dicho: ahora nos queda poner en práctica estas Palabras de Vida, y ser verdaderamente sabios y ricos a los ojos de Dios. Bendiciones.

martes, octubre 03, 2006

Angeles

Hace días quería subir un post sobre los ángeles. Lo quise hacer para la fiesta de los Arcángeles Rafael, Gabriel y Miguel el 29 de Septiembre; no pude. Quise hacerlo ayer, fiesta de los Santos Angeles Custodios... tampoco pude... espero no llegar tarde al Reino de los cielos. En fin, acá dejo una reflexión a cerca de los ángeles, nuestro compañeros de viaje a la Vida Eterna.
¿Quiénes son los ángeles?
Los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Son seres espirituales, al servicio de Dios. Como son seres puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad; son criaturas personales e inmortales; y por lo mismo, superan en perfección a cualquier criatura terrena. En eso, nos superan.
¿Qué tipo de ángeles hay?
Hay ángeles buenos (los que están al servicio de Dios), y ángeles caídos, como Satanás o Diablo. El Concilio de Letrán IV (el año 1250), definió que el Diablo, era un ángel bueno, pero que junto a otros, prefirieron desobedecer a Dios, haciéndose a sí mismos malos. Ellos han rechazado radicalmente a Dios y su Reino. Es importante que sepamos esto, porque a veces creemos que el Diablo tiene más poder, incluso que Dios, y eso es falso: es solo una creatura angelical más, que ha optado por ser malo. Ahora, como los ángeles tienen voluntad e inteligencia pura, la elección de los ángeles caídos, hace que su elección sea radical: Dios no los rechazó, ellos rechazaron a Dios. Por ello, el Diablo, siempre hará todo lo posible por apartar al hombre del cariño de Dios.
¿Qué mas?
El nombre de ángel le viene por su misión, no por su naturaleza. El ángel es mensajero. Así lo entiende la palabra hebrea mal'ak y el griego angelos: mensajero. Su presencia, está constantemente en la historia de la salvación, en la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Su existencia es para nosotros, una verdad de fe revelada por Dios, y no se trata de inventos humanos.
En el A. T. aparecen siempre relacionado con el cuidado del pueblo de Israel. Un texto significativo al respecto, es el que leímos ayer en la liturgia de la Eucaristía:

Así habla el Señor: "Yo voy a enviar un ángel delante de ti,
para que te
proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que yo te he
preparado. Respétalo, y escucha su voz. No te reveles contra él,
porque no te perdonará las transgresiones, ya que mi nombre está en
él. Si
tu escuchas realmente su voz y haces todo lo que te diga, seré
enemigo de tus
enemigos y adversario de tus adversarios. entonces, mi
ángel irá delante
de ti"

Exodo 23, 20 - 23


Este texto, es una clara evidencia de lo que hemos dicho anteriormente. Los ángeles nos acompañan, son compañeros de viajes, al servicio de Dios, en beneficio de los hombres. Por ello, debemos encomendarnos a ellos siempre, durante toda la vida. Ellos van delante de nosotros mostrándonos el camino. Han intervenido en la Historia de la Salvación, por envío de Dios siempre, y lo siguen haciendo, aunque no les veamos.

En el N. T. aparecen al servicio de Jesús (Mt. 4, 11; Lc. 22, 43), anunciando mensajes de parte de Dios, como el anuncio de Gabriel a la Virgen María, o luchando contra el Demonio en el Apocalipsis (Miguel). Siempre son mensajeros de Dios.

Fin por hoy

Junto al tradicional "Angel de mi guarda, dulce compañía...", les dejo esta otra, para que la recen también

Angel de la paz, Angel de la Guarda, a quien soy encomendado, mi defensor, mi vigilante centinela; gracias te doy, que me libraste de muchos daños del cuerpo y del alma. Gracias te doy, que estando durmiendo, me velaste, y despierto, me encaminaste; al oído, con santas inspiraciones me avisaste.
Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, consejero, protector y fiel guarda mía; muro fuerte de mi alma, defensor y compañero celestial. En mis desobediencias, vilezas y descortesías, ayúdame y guárdame siempre de noche y de día. Amén.

Otro día posteo más de los Angeles, si les interesa. claro está. Bendiciones

viernes, septiembre 29, 2006

Dios en el lenguaje humano

La Palabra como punto de partida del diálogo con Dios.

En la historia de salvación, uno de los hechos más significativos de la Revelación de Dios al hombre, es el hecho de que se comunica en un “lenguaje humano”[1]. Esa es la forma como Dios se da a conocer a sus fieles. Así lo entendió el pueblo de Dios y el autor de la carta a los Hebreos[2].
Nosotros, nuevo pueblo de Dios, hemos recibido a través de la tradición de la Iglesia esta Revelación como el tesoro más preciado que poseemos, y el Magisterio de la Iglesia se ha encargado de darnos a entender y explicar esta Palabra que alcanza su punto culminante en la Revelación que Cristo nos hizo del Padre y su plan de salvación para toda la creación.
En este caminar en la interpretación de la Palabra, no pocas veces los hombres han errado, otros han alcanzado increíbles niveles de interpretación y sintonía, que les ha llevado encontrarse con la voluntad del Señor a través de la perseverante lectura continua de esta Palabra. En este último caso me refiero a los santos, quienes han hecho de la Palabra de Dios su libro de cabecera. No hay ningún santo en la vida de nuestra Iglesia que no se haya cuestionado sinceramente ante estas palabras de vida eterna.
A nosotros se nos abre la disyuntiva de cómo enfrentarnos a esta Palabra, y sobre todo, ¿cómo llevarla a la práctica?... Un punto de partida, es la cercanía a la Palabra del Señor. Ya lo dijimos, no podemos alcanzar la santidad, si no nos acercamos a esta Palabra. Y por supuesto que no bastará solo con conocerla, sino sobre todo, vivirla.
Creo que es importante, tomar actitudes que nos familiaricen con esta Palabra, actitudes de discípulo; y no basta solo con escuchar las lecturas de la Misa, hay que ir más allá: acercarnos a esa Palabra sin miedos, sin temores, haciendo un recorrido de nuestra vida, y poniendo nuestra voluntad a disposición del Señor. El Señor siempre capacita al discípulo que le escucha atentamente. Como Iglesia en América Latina, estamos preparándonos para vivir la V Conferencia Episcopal de Obispos, que nos han propuesto profundizar el tema del discipulado y la Misión.
Hoy, nosotros estamos en esa línea. En la Biblia encontramos algunas actitudes con respecto a personas que enfrentaron la Palabra del Señor, y las actitudes que tuvieron.

Los profetas, que son sin duda una de las bases del A. T., en donde Dios comunica su Palabra a través de ellos... Pero no pocas veces el Señor se encontraba con obstáculos en ellos a la hora de utilizarlos como instrumentos: Am. 7, 14-15; Jer. 1, 5-11; 20, 7-9, aunque siempre se supieron mensajeros, que llevan el mensaje de otro, no el propio.

Otra actitud clave en este acercamiento a su Palabra, es la acogida que debemos tener respecto a esta Palabra. Hay que acogerla desde el fondo del corazón, así lo aprendió Israel de Yahvé (Dt. 6, 3-6), así lo aprendimos nosotros en el N. T. de parte del Señor, al cual escuchaban atentamente sus contemporáneos en el sermón del monte (Mt. 5, 1 ss.), o cuando Jesús les enseñaba las Palabras con las cuales orar (Mt. 6, 9-13 y par.); esa compenetración llegaba a tal punto que Pedro le llega a decir: “¿Señor, a quién iremos, si solo tu tienes Palabra de vida eterna?”, luego de las Palabras “duras” del Señor pronunciadas en el discurso del Pan de Vida (Jn. 6, 67-68).
Así, cada uno de los discípulos de Jesús, que alcanzan a comprender la profundidad de sus Palabras, saben que en ellas está la vida eterna.
Bien, meditemos y oremos en torno a unos textos:
- Cercanía a la Palabra del Señor: Jn. 3, 1-21.
- Actitudes de discípulo: Salmo 139 (138).
- Acogida de la Palabra: Jn. 1, 9-14.

[1] Cf. D. V, n º 12.
[2] Cf. Heb. 1, 1 ss.

viernes, septiembre 15, 2006

Jóvenes en la Iglesia III

Por fin, perdonen los que son lectores de este blog que no lo había actualizado hace mas de 2 semanas, pero acá estoy. No me he olvidado de este blog, ni de la promesa de completar los apuntes que tomé en ese taller de pastoral juvenil sobre el trabajo con los jóvenes. Como siempre, esto es opinable, y espero sus aportes.


Jóvenes de Iglesia

Acá trataré de describir lo que ocurre con los jóvenes que están participando activamente en las comunidades cristianas, cómo son, que buscan y lo que les ofrecemos.

Razgos:
- Son hombres y mujeres de fe más trabajada, que han logrado compenetrarse con la persona de Jesús, quien es más habitual en sus conversaciones. Ya no sienten vergüenza de decir que son discípulos de Jesús.
- Son reflexivos, capaces de tener miradas críticas frente al mundo que enfrentan (familia, universidad, trabajo, etc). Se han animado a acompañar a otros que vienen llegando.
- Son testigos. Como ya vencieron sus temores, ahora están para dar testimonio. muchos crecen en esa línea.

¿Qué les ofrecemos?
- Habitualmente a este nivel lo que s epropone es formarse en un nivel más fuerte, asistiendo a retiros, charlas, talleres de formación. Como ya tienen más experiencias, la mayoría asume estos desafíos y se organizan para estar disponibles y preparados.
- Acompañamiento: a este nivel, muuchos buscan acompañamiento espiritual. Ahí es bueno derivarlo con un sacerdote, religiosa (o), o algún laico que tenga esas capacidades.
- Servicio: Es el fuerte de nuestra Iglesia en Chile, y los jóvenes responden con creces en este tema. Se forman equipos de trabajos con otros laicos, y llevan adelante misiones, trabajos de servicios y otros.

Desafíos:
- Se asume que pueden crecer solos. Este es un punto sensible. Es una de parte de los asesores de dejarlos solos, y centrarnos en los que vienen desde atrás; y pueden sentirse solos. El discípulo de Cristo siempre necesita compañía en la vida de fe.
- Camino más sacramental: Aunque no siempre es así, a veces no ponemos atención en la vida sacramental, corriendo el peligro de que sea una especie de "servicio" sin necesidad de vida sacramental. Es verdad que muchos de ellos solos lo buscan, pero también necesitan esa atención.


A grandes razgos, en este taller quedaron otros temas, pero ese será motivo para otro post, dentro de poco espero. Escriban y opinen. Bendiciones

sábado, septiembre 02, 2006

Jóvenes en la Iglesia II

Hace unos días atrás publiqué el primer resumen de un tema respecto a los jóvenes que llegan a nuestras comunidades. En este segundo post, hablaré sobre aquellos jóvenes que llevan ya un año de camino en la fe.

Pasado un tiempo (1 año).

Los jóvenes una vez que han participado un año en nuestras comunidades juveniles, ya podemos observar en ellos cambios, que aunque incipientes, en otros casos son muy fuertes. Algunas notas al respecto:
- Ya han comenzado un itinerario de vida en la fe, comenzando a frecuentar los sacramentos (Eucaristía, confesión).
- Tienen más formación: Este es un punto que es necesario en el que necesitan crecer. La formación es la única herramienta que podemos ofrecerle sólidamente a nuestros jóvenes. Si tienen que privilegiar qué ofrecer a los jóvenes, junto a las actividades, no duden en la formación.

Razgos:
- Está mas despierto a la fe, a la oración, a la búsqueda (no siempre consciente) de Dios.
- Se muestra más participativo y activo de las actividades realizadas en comunidad.
- Se identifica más claramente con los otros jóvenes en quienes ha encontrado puntos en común, naciendo amistades que a esta edad son necesarias para identificarse entre pares.
- Es un joven capaz de relaciones más sólidas con otras personas; ha madurado un poco en este sentido y lo demuestra en el trato con otras personas.
- Continúa buscando imágenes de identidad: el joven tiene muchos modelos a seguir; Jesucristo es uno de ellos. Acá es fundamental en los monitores de comunidades juveniles mostrarles más fuerte que nunca la imagen de Dios, de Jesús, haciéndoles ver que es un modelo a seguir.

¿Qué les ofrecemos?
- Itinerario y seguimiento de fe: La planificación siempre es la base para funcionar en cualquier estructura, y con mayor razón en grupos juveniles católicos. Las reuniones programadas, planificadas, con un norte claro son fundamentales.
- Experiencias de vida de Iglesia: Un elemento importante a considerar en esta etapa incipiente de la fe de los jóvenes es poder mostrarles experiencias de otros hermanos en la fe, para que puedan ver y escuchar que seguir a Jesús, es posible. Hacerles entrar en contacto con otros grupos y personas les reafirmará en su identidad como cristianos. Es bueno en esta etapa comenzar a pensar en mandarles a encuentros juveniles con otros jóvenes, o actividades en donde deba compartir con otros católicos, jóvenes o adultos. Que pueda conocer testimonios claros de fe.

Desafíos:
- Responsabilidades y desgaste: Una tentación de muchos de quienes trabajamos con jóvenes es apurar el proceso de los jóvenes, y les damos más responsabilidades de las que ellos mismos están dispuestos a aceptar y asumir. Cuidado con este punto, podemos "quemar" a los jóvenes. Tomarse tiempo antes de encargarles grandes responsabilidades. Dejar que maduren un poco mas antes de cortarlos en verde.
-"Cosas entretenidas": Otro desafío importante, pasado el primer año de acompañamiento de jóvenes es caer en la tentación de ofrecerle siempre "cosas interesantes" para que no se vayan. No se trata de tenerlos siempre a la fuerza en las comunidades, sino de tener nortes claros para ir acrecentando su fe, y no ayudarles a matar su aburrimiento.

¿Y tu?, ¿Qué más aportarías en esta etapa del acompañamiento de los jóvenes? Esto es muy, pero muy escencial; de seguro tienes algo que aportar. Bendiciones y gracias por tu visita y lectura.

jueves, agosto 24, 2006

Jóvenes en la Iglesia I

Hace un par de días participé en un interesante taller para animadores y monitores de comunidades juveniles en los que se sacó un perfil sobre los jévenes. En este post les ofrezco las notas que pude tomar y algunas ideas que aporté de mi cosecha. Por favor, uds. pueden aportar algo más, y será bienvenido.

Jóvenes que llegan a nuestras comunidades

En esta primera parte trataré de contestar a algunas preguntas: ¿quienes son los jóvenes que llegan a nuestras comunidades?, ¿qué buscan?, ¿qué quieren?, ¿quiénes son?. No siempre es fácil hacer un perfil de ellos. En el proceso de seguimiento, siempre hay un itinerario, y como discípulos necesitamos reconocerles para poder guiar correctamente su caminar.

Dividiremos este proceso de discipulado en tres estadios:

- Llegada de los jóvenes: ¿Cómo llegan? Despistados, sin muchas expectativas, temerosos, con una historia personal, buscando algo que los represente.
- Pasado un tiempo (1 año): Comienzan a caminar en un itinerario, tienen ya algo de formación, están un poco más despiertos.
- Jóvenes de parroquia (2 ó más años): Siguen un itinerario, son más reflexivos, aprenden a ser testigos de Cristo, tiene más experiencia y herramientas para enseñar a otros a enfrentar la vida como discípulo.

En este primer posteo, miraremos al joven que llega a la parroquia, colegio o movimiento.

Razgos:
- Por lo general es un adolescente; tiene poca claridad de lo que busca, aunque está abierto a esa búsqueda; es receptivo con las cosas que están dentro de su mundo; ha llegado porque están sus amigos, muchos buscan polola (o); siempre busca más centrarse en el hacer más que en el ser; está llano para aprender.

¿Qué les ofrecemos?
- Catequesis de Confirmación: Un grupo importante de los jóvenes que llegan a la parroquia, movimiento o comunidad colegial juvenil, vienen buscando la catequesis de Confirmación, por lo que generalmente eso le ofrecemos.
- Jornadas y retiros: A muchos de estos jóvenes en la parroquia, colegio o movimiento, les ofrecemos retiros y jornadas para que se vayan instruyendo en el discipulado. El problema en este punto, es que no siempre hay un programa o itinerario claro.
- Actividades: Otro recurso que les ofrecemos, es el de actividades que se organizan, generalmente en torno al tema solidario, a lo que los jóvenes están muy receptivos (visitas a enfermos, misiones, actividades solidarias, etc.)
- “Manipulación” versus “Acogida”: Este es un punto importante a considerar. Quienes llegan a las comunidades juveniles, vienen receptivos, abiertos a muchas cosas. Es muy importante la acogida que les brindemos; pero una tentación muy grande, es llevarlos hacia donde nosotros queremos llevarlos, ¿Dónde? No siempre los monitores lo tienen claro. Grave error. Es importante si queremos moldear un espíritu transparente y de verdadero discípulo mostrarles claramente el rostro de Cristo, no el de que yo me he hecho, sino el que la Iglesia sigue. No es bueno manipular la voluntad, sino más bien presentar herramientas para poder formar un buen discípulo.

Desafíos.
- Edades: Tenemos que aprender a separar a los jóvenes de acuerdo a su edad y madurez sicológica. No podemos tratar ni exigir lo mismo a un joven de 13 que a uno de 17; ya hay entre ellos un mundo de diferencias y vivencias personales que les hacen seres distintos, y por ello, necesitan estar con los de su generación.
- Tener itinerarios claros: En este punto muchas veces se cojea, y caemos en un activismo sincronizado porque carecemos de un itinerario. Cada comunidad juvenil debe tener su bitácora clara, de acuerdo al itinerario de la parroquia, y si en ella no hay ese plan pastoral, fijarse en el de la diócesis, y si la diócesis no lo tiene, mirar el de la Iglesia universal. Siempre habrá algún punto de referencia para fijar itinerarios claros y limpios, y no dar palos de ciegos.
- Darles formación: Este punto, es crítico. ¿Qué les enseñamos? Dios lo sabe. La formación es un pilar transversal que debe atravesar todo el acompañamiento de los jóvenes. Tenemos crisis de jóvenes que formen a otros jóvenes. Muchos monitores de comunidades juveniles no están formados. Es una urgencia pastoral que hay que atender con urgencia antes ofrecer acompañamiento a otros jóvenes.

¿Y tu, qué más aportarías a este esquema? Tu opinión es importante. Otro día postearé sobre el segundo estadio. Bendiciones y gracias por tu visita y lectura.

jueves, agosto 03, 2006

¿Qué hacer antes de salir de misiones?

Este punteo que subo, es relacionado con las misiones; alguna vez lo hice, y espero de corazón que a más de alguien le sirva. está pensado para grupos de jóvenes, que son muy dados a salir en este tipo de trabajos apostólicos. Demás está decir que deben preparar esa salida de misiones con meses de anticipación y capacitación, a cargo de algún consagrado o laico bien preparado y con experiencia en el tema.

Breve punteo sobre misiones.
Preparación próxima:

· Prepararse antes de salir. Hay que tener el objetivo claro de qué y porqué se va a salir a visitar las casas. Hay que preguntar todos los detalles antes de comenzar para no estar “despistado”. Reunirse antes de salir es fundamental.

· El prepararse incluye preparar material, elementos que se van a llevar para visitar las casas, lugar, etc. Es importante conocer algo del sector donde se va a ir, para tener una visión global del mismo. Pero lo que más hay que hacer, es orar por lo que se va a realizar. No se debe salir sin haber hecho desde mucho antes oración por los que se van a visitar, por los frutos de la visita y por ti mismo, para que el Señor te acompañe en la misión que estás realizando.

Preparación remota:
· El o los días que vas a salir, no olvides las cosas necesarias para el trabajo que vas a realizar ( material, Biblia, etc.)
· Cuando estés a punto de comenzar a salir a la calle, preocúpate de llevar lo que necesitas, y de hacer oración con quienes vas a misionar. Es bueno ir de dos en dos, según el mandato evangélico.

Itinerario de Misión:
· Ya estás en la calle. Estás llamando a una casa ¿qué decir?, ¿cómo presentarse allí? Lo primero que debes decir es quien eres, de donde vienes y porqué estás allí. Recuerda que no vas en nombre propio, sino que vas enviado por la comunidad, por la Iglesia. Es importante que te identifiques claramente para no dar a confusión a quienes te escuchen.
· ¿qué podrías decir? Soy tal persona, soy católico, estoy acá por tal motivo. Agrega además que quieres hacerle una invitación y que deseas conversar con ella un instante si se puede.
· La primera impresión es importante, por lo que esa primera presentación debe ser pausada, con voz clara y firme. Dependiendo de la respuesta que tengas, pregúntale si puedes hablar un momento con ella.
· Una vez entablada la conversación, sería bueno que le preguntes cómo está, que hace, etc. Escuchar es fundamental, demostrar interés y respeto por lo que te quiera compartir. Sería bueno rezar con ella un momento también por sus necesidades. Mejor sería si llevas preparado un texto bíblico para compartir.
· Luego puedes hacer la invitación de porqué estás allí, y te despides. Es importante que seas, dentro de lo posible, conciso y breve. No alargues conversaciones que no sabrás cómo terminar; te podría llevar a problemas que no deseas.
· Anota aquellas cosas que pudiesen pedirte, tales como bendiciones, hablar con un sacerdote, necesidades, consultas que no sepas responder en ese momento, y luego, cuando puedas, vuelves a darle una respuesta clara.
· Recuerda que no todos te van a recibir bien. Nunca discutas con nadie, y despídete siempre con una bendición.
· Termina tu jornada haciendo una oración y evaluación de lo que has hecho.

viernes, julio 28, 2006

Salmo 23 (22): El Señor es mi Pastor.

1 Salmo de David
El Señor es mi pastor, nada me falta.
2 En prados de hierba fresca me hace descansar,
3 me conduce junto a aguas tranquilas, y renueva mis fuerzas.
Me guía por la senda del bien, haciendo honor a su nombre.
4 Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré,
Porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad.

5 Me preparas un banquete para envidia de mis adversarios,
Perfumas con ungüento mi cabeza y mi copa está llena.
6 Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi vida;
Y habitaré por siempre en la casa del Señor.

Quisiera proponerles en este post rezar el salmo 23, que tantas veces lo utilizamos en funerales, sin saber la riqueza que posee. Son solo algunos apuntes que recogí de mi Biblia y unas notas qie le tenía escritas al margen.
1.- Este es un salmo de confianza individual, o sea, está pensado para abandonarse en las manos del Señor – Pastor que trae la salvación, la seguridad y la paz a su pueblo. Probablemente se trata de un salmo de un rey, que tomó este cariz después del exilio de Israel (desde el 587 para acá).
2.- Se trata de un salmo que podemos dividir en dos partes: una en la que nos habla de un pastor (versículos del 1 – 4) y otra parte que nos habla sobre un amigo - anfitrión (v. 5 – 6). Son dos campos semánticos… ¿Porqué se unieron? Probablemente pueden haberse inspirado en la vida de un pueblo nómade, o del pueblo liberado de Egipto antes, y que ahora retorna de Babilonia. En ambos casos, Dios actúa como Pastor, abriendo el camino.
3.- El salmo hay que leerlo preguntándonos ¿qué hace Dios por mí? Se trata de una lectura de vida… y la respuesta la da el salmo… Dios me (mi) Es mi Pastor, nada me falta, me conduce, renueva mis fuerzas, me guía, me dan seguridad (su vara y bastón), me prepara una mesa, (me) perfumas con ungüento, me acompañan (tu amor y bondad). Son muchas las cosas que el Señor hace por mí. Es una lectura llena de dulzura desde este punto de vista, porque el Señor se muestra como un pastor y amigo preocupado y bueno.
4.- Como pastor, lo ve todo; ésta es una condición esencial para guiar. Nada me falta (hoy), me conduce (a aguas tranquilas, la paz), repara mis fuerzas (hace volver, conversión, confortación), me guía por la senda del bien (en cristiano, diríamos que es un proceso pascual, largo, de no retorno), me unge la cabeza (ungir es valorar, invitar al otro, reconocerlo con dignidad).
5.- Como amigo – anfitrión, Dios se muestra a la altura del invitado agasajándolo del mejor modo: prepara un banquete y unge la cabeza de su invitado. Van paralelo frases como “En prados de hierba fresca me hace descansar…y … preparas para mi un banquete”; “me conduce a aguas tranquilas…y …adversarios”.
6.- La lectura cristiana para este salmo, casi no hace falta decirlo: El tema del pastor está ampliamente tratado en el N. T., especialmente en San Juan, y desde allí podemos acogernos al Señor Pastor.

martes, julio 25, 2006

Clamemos al cielo por la Paz

Hoy recibí un correo de un amigo, que no pedo dejar pasar acá. Es para orar al Padre Nuestro por la paz entre Israel y el Líbano:



Las carmelitas Descalzas de Harissa. Líbano
" Ayer tarde el Primer Ministro Saniura, delante del Cuerpo diplomático hizo una llamada urgente a toda la familia humana pidiendo, más aún suplicando que cese el fuego y ofrezcan a nuestro país una ayuda humanitaria y añadió : hace 7 días que Israel bombardea y destroza al Líbano, las victimas pasan ya de 300, los heridos de más de mil, medio millón de refugiados los hospitales llenos, faltan las medicinas y la alimentación. La populación vive en la angustia y el dolor"
No sigo ya más, el llamamiento del Primer Ministro es de gran urgencia… que cese el fuego. Hoy se nos pide a nosotras que digamos una palabra. Del profundo del corazón brota una sola : PAZ. Hermanos y Hermanas, todos unidos en el Corazón de Dios supliquemos misericordia y perdón, que nuestra oración en el Dulce Corazón de María llegue al Señor, que la FE no se apague en el corazón de los libaneses y en medio del humo negro de las bombas sepamos descubrir el misterio de Dios, creemos en su amor… que nuestros ojos no se aparten de nuestro Dios Crucificado por amor. El Líbano sabe amar..quiere vivir... y si hay que morir, será amando y entrar así en la Vida..
Hermanos todos, no olvidéis que el Líbano agoniza y os da un mensaje, se llega a la Paz amando…NO matando y destruyendo, la Paz es vida y no muerte. Abracémonos como hermanos y supliquemos al Señor y a la Virgen Inmaculada que nuestro holocausto dé frutos de amor…"
Sin tiempo para extendernos…con toda la gratitud del pueblo libanés !!! El amor tiene que triunfar !!!

Carmel de la Théotokos et de l'Unité
Rue Saint Joseph
Harissa
Liban

Tél: 961 9 263889
Fax: 961 9 260792
E.mail:
hatheomo@idm.net.lb

lunes, julio 24, 2006

Sola y única vida

Hace algún tiempo, alguien me mandó esto por internet, sacado del "Daily News" de New York que a continuación copio:

Sola y única vida

ESTA ES LA VIDA DE UN HOMBRE QUE NACIÓ DE PADRES
JUDÍOS EN UNA PEQUEÑA ALDEA.-
HIJO DE UNA CAMPESINA, QUE CRECIÓ TAMBIÉN EN
UNA PEQUEÑA ALDEA.-
TRABAJÓ EN UN TALLER DE CARPINTERÍA HASTA LA EDAD DE
TREINTA AÑOS
Y DESPUÉS, POR TRES AÑOS FUE PREDICANDO DE UN LUGAR A
OTRO.-
NUNCA ESCRIBIÓ UN LIBRO. NUNCA DESEMPEÑÓ NINGÚN CARGO
IMPORTANTE.-
NUNCA TUVO SU CASA PROPIA. NUNCA FORMÓ UNA
FAMILIA.-
NUNCA FUE AL COLEGIO. NUNCA ESTUVO EN UNA GRAN
CIUDAD.-
NUNCA SE ALEJÓ MAS DE 200 MILLAS DEL LUGAR DONDE NACIÓ.-
NUNA
HIZO NADA ASOCIADO A LA GRANDEZA MUNDANA.-
NO TUVO TÍTULOS, NI CREDENCIALES,
EXCEPTO SU PROPIA PERSONA.-
NO TUVO NINGUNA RELACIÓN CON EL MUNDO, EXCEPTO EL
TREMENDO PODER DE SU DIVINA NATURALEZA.-
CUANDO AÚN ERA JOVEN LA OPINIÓN
POPULAR SE VOLVIÓ EN SU CONTRA.-
SUS AMIGOS LO ABANDONARON, UNO DE ELLOS LO
NEGÓ.-
FUE ENTREGADO A SUS ENEMIGOS, FUE SOMETIDO A UN JUICIO QUE FUE UNA
BURLA.-
FUE CONDENADO Y CRUCIFICADO ENTRE LADRONES.-
SUS VERDUGOS,
MIENTRAS ÉL MORÍA, SE JUGARON LO ÚNICO QUE POSEÍA EN LA TIERRA: SU
TÚNICA.-
CUANDO MURIÓ, LO BAJARON DE LA CRUZ Y LO DEPOSITARON EN UNA TUMBA
PRESTADA GRACIAS A LA CARIDAD DE UN AMIGO.-
20 LARGOS SIGLOS HAN PASADO Y AÚN
HOY ES EL CENTRO DE ATENCIÓN DE LA RAZA HUMANA.-
CREO NO EXAGERAR AL DECIR
QUE TODOS LOS EJÉRCITOS QUE HAN EXISTIDO, TODAS LAS ARMADAS QUE SE HAN
CONSTRUIDO, TODOS LOS PARLAMENTOS QUE SE HAN CONSTITUIDO Y TODOS LOS REYES QUE
EN LA HISTORIA DEL MUNDO HAN GOBERNADO, PUESTOS TODOS JUNTOS, NO HAN
INFLUENCIADO LA VIDA DEL HOMBRE EN LA TIERRA, TAN PODEROSAMENTE COMO LO HA HECHO
ESTA SOLA Y ÍNICA VIDA.-



( Publicado en el “Daily News”, de Nueva York,
el 20 de Diciembre de 1978
Autor desconocido)

sábado, julio 22, 2006

Id a Galilea

Me encanta leer; ya sea por internet, ya sea del modo tradicional en un libro. Hoy estoy terminando de leer este libro, de Eloi Leclerc, que es espectacular; se los recomiendo... "Id a Galilea", al encuentro del Cristo Pascual. Acá el autor hace un itinerario sobre la vida del discípulo desde que el Señor se va resucitado hasta el Padre Dios, hasta que vuelva en gloria y majestad al fin de los tiempos. Invita a volver a Galilea, el lugar donde todo se inició, para desde la perspectiva pascual, tener una nueva lectura sobre la existencia del discípulo hoy. Es un viaje interior a la vida de cada uno de nosotros, al corazón para allí tener esta experiencia pascual.
Pd: Eloi Leclerc es un franciscano que figura hoy entre los mejores autores espirituales contemporáneos; tiene muchos otros libros de corte franciscano y de vida espiritual.

Inicio del blog

Este es mi segundo blog. el primero (www.cristianmoyahuerta.blogspot.com), sigue viento en popa. Acá pretendo dejar oraciones, lecturas interesnates para acercarnos más a nuestro Padre Dios, y por eso el título del blog. Espero también acá interactuar con otros blogeros y postear con ellos. Bendiciones a todos