jueves, agosto 24, 2006

Jóvenes en la Iglesia I

Hace un par de días participé en un interesante taller para animadores y monitores de comunidades juveniles en los que se sacó un perfil sobre los jévenes. En este post les ofrezco las notas que pude tomar y algunas ideas que aporté de mi cosecha. Por favor, uds. pueden aportar algo más, y será bienvenido.

Jóvenes que llegan a nuestras comunidades

En esta primera parte trataré de contestar a algunas preguntas: ¿quienes son los jóvenes que llegan a nuestras comunidades?, ¿qué buscan?, ¿qué quieren?, ¿quiénes son?. No siempre es fácil hacer un perfil de ellos. En el proceso de seguimiento, siempre hay un itinerario, y como discípulos necesitamos reconocerles para poder guiar correctamente su caminar.

Dividiremos este proceso de discipulado en tres estadios:

- Llegada de los jóvenes: ¿Cómo llegan? Despistados, sin muchas expectativas, temerosos, con una historia personal, buscando algo que los represente.
- Pasado un tiempo (1 año): Comienzan a caminar en un itinerario, tienen ya algo de formación, están un poco más despiertos.
- Jóvenes de parroquia (2 ó más años): Siguen un itinerario, son más reflexivos, aprenden a ser testigos de Cristo, tiene más experiencia y herramientas para enseñar a otros a enfrentar la vida como discípulo.

En este primer posteo, miraremos al joven que llega a la parroquia, colegio o movimiento.

Razgos:
- Por lo general es un adolescente; tiene poca claridad de lo que busca, aunque está abierto a esa búsqueda; es receptivo con las cosas que están dentro de su mundo; ha llegado porque están sus amigos, muchos buscan polola (o); siempre busca más centrarse en el hacer más que en el ser; está llano para aprender.

¿Qué les ofrecemos?
- Catequesis de Confirmación: Un grupo importante de los jóvenes que llegan a la parroquia, movimiento o comunidad colegial juvenil, vienen buscando la catequesis de Confirmación, por lo que generalmente eso le ofrecemos.
- Jornadas y retiros: A muchos de estos jóvenes en la parroquia, colegio o movimiento, les ofrecemos retiros y jornadas para que se vayan instruyendo en el discipulado. El problema en este punto, es que no siempre hay un programa o itinerario claro.
- Actividades: Otro recurso que les ofrecemos, es el de actividades que se organizan, generalmente en torno al tema solidario, a lo que los jóvenes están muy receptivos (visitas a enfermos, misiones, actividades solidarias, etc.)
- “Manipulación” versus “Acogida”: Este es un punto importante a considerar. Quienes llegan a las comunidades juveniles, vienen receptivos, abiertos a muchas cosas. Es muy importante la acogida que les brindemos; pero una tentación muy grande, es llevarlos hacia donde nosotros queremos llevarlos, ¿Dónde? No siempre los monitores lo tienen claro. Grave error. Es importante si queremos moldear un espíritu transparente y de verdadero discípulo mostrarles claramente el rostro de Cristo, no el de que yo me he hecho, sino el que la Iglesia sigue. No es bueno manipular la voluntad, sino más bien presentar herramientas para poder formar un buen discípulo.

Desafíos.
- Edades: Tenemos que aprender a separar a los jóvenes de acuerdo a su edad y madurez sicológica. No podemos tratar ni exigir lo mismo a un joven de 13 que a uno de 17; ya hay entre ellos un mundo de diferencias y vivencias personales que les hacen seres distintos, y por ello, necesitan estar con los de su generación.
- Tener itinerarios claros: En este punto muchas veces se cojea, y caemos en un activismo sincronizado porque carecemos de un itinerario. Cada comunidad juvenil debe tener su bitácora clara, de acuerdo al itinerario de la parroquia, y si en ella no hay ese plan pastoral, fijarse en el de la diócesis, y si la diócesis no lo tiene, mirar el de la Iglesia universal. Siempre habrá algún punto de referencia para fijar itinerarios claros y limpios, y no dar palos de ciegos.
- Darles formación: Este punto, es crítico. ¿Qué les enseñamos? Dios lo sabe. La formación es un pilar transversal que debe atravesar todo el acompañamiento de los jóvenes. Tenemos crisis de jóvenes que formen a otros jóvenes. Muchos monitores de comunidades juveniles no están formados. Es una urgencia pastoral que hay que atender con urgencia antes ofrecer acompañamiento a otros jóvenes.

¿Y tu, qué más aportarías a este esquema? Tu opinión es importante. Otro día postearé sobre el segundo estadio. Bendiciones y gracias por tu visita y lectura.

jueves, agosto 03, 2006

¿Qué hacer antes de salir de misiones?

Este punteo que subo, es relacionado con las misiones; alguna vez lo hice, y espero de corazón que a más de alguien le sirva. está pensado para grupos de jóvenes, que son muy dados a salir en este tipo de trabajos apostólicos. Demás está decir que deben preparar esa salida de misiones con meses de anticipación y capacitación, a cargo de algún consagrado o laico bien preparado y con experiencia en el tema.

Breve punteo sobre misiones.
Preparación próxima:

· Prepararse antes de salir. Hay que tener el objetivo claro de qué y porqué se va a salir a visitar las casas. Hay que preguntar todos los detalles antes de comenzar para no estar “despistado”. Reunirse antes de salir es fundamental.

· El prepararse incluye preparar material, elementos que se van a llevar para visitar las casas, lugar, etc. Es importante conocer algo del sector donde se va a ir, para tener una visión global del mismo. Pero lo que más hay que hacer, es orar por lo que se va a realizar. No se debe salir sin haber hecho desde mucho antes oración por los que se van a visitar, por los frutos de la visita y por ti mismo, para que el Señor te acompañe en la misión que estás realizando.

Preparación remota:
· El o los días que vas a salir, no olvides las cosas necesarias para el trabajo que vas a realizar ( material, Biblia, etc.)
· Cuando estés a punto de comenzar a salir a la calle, preocúpate de llevar lo que necesitas, y de hacer oración con quienes vas a misionar. Es bueno ir de dos en dos, según el mandato evangélico.

Itinerario de Misión:
· Ya estás en la calle. Estás llamando a una casa ¿qué decir?, ¿cómo presentarse allí? Lo primero que debes decir es quien eres, de donde vienes y porqué estás allí. Recuerda que no vas en nombre propio, sino que vas enviado por la comunidad, por la Iglesia. Es importante que te identifiques claramente para no dar a confusión a quienes te escuchen.
· ¿qué podrías decir? Soy tal persona, soy católico, estoy acá por tal motivo. Agrega además que quieres hacerle una invitación y que deseas conversar con ella un instante si se puede.
· La primera impresión es importante, por lo que esa primera presentación debe ser pausada, con voz clara y firme. Dependiendo de la respuesta que tengas, pregúntale si puedes hablar un momento con ella.
· Una vez entablada la conversación, sería bueno que le preguntes cómo está, que hace, etc. Escuchar es fundamental, demostrar interés y respeto por lo que te quiera compartir. Sería bueno rezar con ella un momento también por sus necesidades. Mejor sería si llevas preparado un texto bíblico para compartir.
· Luego puedes hacer la invitación de porqué estás allí, y te despides. Es importante que seas, dentro de lo posible, conciso y breve. No alargues conversaciones que no sabrás cómo terminar; te podría llevar a problemas que no deseas.
· Anota aquellas cosas que pudiesen pedirte, tales como bendiciones, hablar con un sacerdote, necesidades, consultas que no sepas responder en ese momento, y luego, cuando puedas, vuelves a darle una respuesta clara.
· Recuerda que no todos te van a recibir bien. Nunca discutas con nadie, y despídete siempre con una bendición.
· Termina tu jornada haciendo una oración y evaluación de lo que has hecho.