sábado, julio 18, 2009

Pastoreados y comunicados con Dios

16º Domingo del tiempo ordinario
19.07.09

Lecturas
Jer. 23, 1 – 6
Sal. 22
Ef. 2, 13 – 18
Mc. 6, 30 – 34

El vivir en una comunidad cristiana, siempre demandará tiempo para dedicarle. Y eso el Señor lo sabe perfectamente. ¿Quién es el Pastor de nuestras almas? Jesús es quien se compadece de la multitud. Hoy como ayer, cuesta poco extraviar el camino, y eso el Evangelio lo refleja al mostrar la búsqueda espontánea de la multitud que sigue a Jesús.
El profeta Jeremías nos presenta una dura sentencia dirigida a la clase sacerdotal de Israel, que no ha apacentado al pueblo; la crítica se centra en que no han sido justos básicamente. Y es por ello que Dios aparece como el gran justo, que hará justicia con quienes no han sido pastores como debiera ser. Y además está la promesa de salvación de suscitar un germen justo entre ellos, para que sea verdadero rey, prudente, justo. Es ese pastor el que esperan para su redención. Abandonarse, tal cual como lo indica el Salmo 22 es la clave.
Pablo en la carta a los Efesios nos recuerda que Cristo ha unificado a este pueblo disperso en uno solo: no vivimos separados desde que Cristo ha redimido a los hombres. Es quien nos ha dado y traído la paz, porque solo así tenemos acceso al Padre. Cristo es el gran unificador del pueblo de Dios.
El Evangelio de Marcos nos cuenta un pasaje de la vida de Jesús con sus Apóstoles. Acá Jesús invita a los suyos a pasar un momento a solas con Él. Luego de trabajar pastoralmente, es necesario cargar las pilas junto al Maestro. Luego de la misión, les llama, para hablarles al corazón. Es en ese contexto cuando la multitud se percata de que no están, comienzan a seguirles, como reconociendo la necesidad de estar cerca de Jesús. Allí el Señor se da cuenta de la necesidad y se muestra triste, porque van como ovejas sin pastor: Y les enseña.

Aprendizaje de la Palabra:
- Somos un pueblo pastoreado por Dios y sus pastores: Las lecturas de hoy, se parecen más bien a las del Domingo del Buen Pastor, pero es bueno poner el acento sobre este tema, porque dentro de la vida pastoral de cada comunidad, es bueno saber que no estamos solos. Como discípulos, no estamos solos, tenemos un pastor que se preocupa por nosotros a través de pastores que nos regala.
- Dios nos habla al corazón, a solas: Que importante es rescatar este elemento que ofrece la Palabra este fin de semana… estar a solas con Dios, o sea, silenciar nuestro bullado mundo y abrir el corazón para hablar con Dios, que quiere que descansemos en Él. ¿Hace cuanto que no le hablamos?, ¿Hace cuanto que no le escuchamos? Interesante propuesta la del Señor.

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