sábado, marzo 03, 2007

Segundo Domingo de Cuaresma

2º Domingo de Cuaresma
04.03.07

Lecturas
Gn. 15, 5 – 12. 17 – 18
Sal. 26
Flp. 3, 17 – 4, 1
Lc. 9, 28b – 36

Ya la semana pasada, al iniciar la Cuaresma, hablábamos de la necesidad de revisar la historia, de fortalecer la fe y reconocer nuestras tentaciones. Hoy, las lecturas nos hablarán de Alianza, de aspirar a la perfección y nos llevarán a contemplar la realidad del Señor glorioso que nos invita a nosotros a lo mismo. En cada semana de la Cuaresma aprendemos a construir nuestro camino junto al Señor que se encamina a su Oblación por nosotros.
En la primera lectura, tomada del libro del Génesis, se nos muestra un pacto que el Señor ha hecho con Abrám, hablándole sobre su descendencia. El pacto o alianza, es para comenzar a construir una historia que jamás se ha interrumpido, la Historia de la Salvación. Al hablar de Alianza, estamos diciendo la relación en la cual dos partes se comprometen en determinados términos a cumplir un acuerdo que beneficie a ambas partes. Sin embargo, al hablar de Alianza en la Biblia, el beneficiado es el hombre, porque Dios al acercarse al hombre, solo busca ser amigo. En el caso de Abrám, esta Alanza le asegura una descendencia incontable, y así abre su corazón a la amistad que Dios le promete. Entonces, en este texto la Alianza aparece asociada a la idea de la vida, de la fe, y en la Cuaresma, hacia allá nos movemos también.
Cuando Pablo escribía a la comunidad de Filipos, lo hace con todo el corazón, quebrado porque hay algunos que no toman en serio el caminar junto al Señor Jesús. Les habla de una realidad que talvez no tomaban en cuenta: el ser ciudadanos del cielo, y por ello, herederos de la gloria que el mismo Jesús vive. En el tiempo de Cuaresma, se nos invita a todos a aprender a mirar las cosas del cielo, tener una mirada mucho más celestial de las cosas que hacemos, y esforzarnos por cambiar aquellas cosas demasiado terrenales.
El Evangelio de Lucas nos acerca a un Jesús rodeado de gloria, prefigurando su Gloria definitiva, pero nos muestra con los discípulos la necesidad de vivir el día a día, sin dejar de hacer las cosas que debemos hacer para alcanzar también esa gloria. Las palabras del Padre que se escuchan en el texto, nos sirven para recordar lo que debemos hacer día a día… ¿Qué sentido tiene la transfiguración del Señor ante sus discípulos? Darles aliento para continuar en su discipulado. En la Cuaresma, siempre leemos este texto para mostrarnos también lo que viene en la vida de cada discípulo del Señor.

Aprendizaje y vivencia de la Palabra.
- En la Cuaresma, miramos nuestra Alianza con Dios: El tema de la Alianza es un eje que atraviesa toda la vida del hombre en la Biblia; de hecho, la Biblia tiene su razón de ser por la Alianza que Dios hizo primero con Abrahám, y luego a través de los profetas, hasta llegar a sellarla definitivamente a Jesús. En la Cuaresma, revisamos una vez más la Alianza, que Dios no ha roto, pero que muchas veces, como leemos en la Biblia, hemos roto los hombres. Una nota muy particular de la Alianza entre Dios y el hombre, es que ésta no se cortará jamás, aunque la olvidemos, Dios nunca lo hará. Por eso, en este tiempo la invitación es a preguntarnos, ¿qué he hecho yo con esa Alianza?, ¿la vivo realmente?, ¿la conozco?, ¿la reviso constantemente?. La carta de Pablo nos da un tirón de orejas para que revisemos nuestra vida y actitudes.
- En la cuaresma, somos Ciudadanos del cielo, pero con una misión muy definida en la tierra: La verdad, es que no solo en la Cuaresma somos ciudadanos del cielo, sino que siempre, pues lo llevamos inscrito en nuestra alma, pero de un modo particular lo revitalizamos en estas semanas. Ahora, para alcanzar esa ciudadanía, tenemos que vivir primero en la tierra, con los pies bien puestos en ella. Al contemplar al Maestro, los discípulos en la Transfiguración no alcanzan a dimensionar lo que eso significa, por ello las palabras del Padre nos aterrizan para cumplir la voluntad del Señor. ¿cómo enfrentamos estas Palabras hoy?
Pidamos al Señor en esta semana el poder conocer profundamente sus Palabras, el aprender a revitalizar la Alianza que cada uno en el corazón hace con Dios, el ser mejores cada día. Amén

2 comentarios:

Semilla dijo...

Es una mirada muy distinta de la que hizo hoy el Sacerdote de mi parroquia, eso es muy bueno... cada uno aporta su mirada y yo tengo la suerte de conocer dos maneras validas de reflexionar sibre estas lecturas.¡GRACIAS!

CARIÑOS

Cristian dijo...

SEMILLA: Jajaja... parece que los curas somos todos diferentes tambien. Eso es bueno. Bendiciones.