viernes, junio 01, 2007

Santísima Trinidad

Lecturas
Prov. 8, 22-31
Sal. 8
Rom. 5, 1-5
Jn. 16, 12-15

Al retomar el tiempo ordinario en la Iglesia, uno de los temas con los que abriremos estas catequesis de este tiempo, es el misterio de la Santísima Trinidad. Creo que es uno de los domingos más fuertes del tiempo ordinario, porque nos lleva hasta lo que creemos, lo que profesamos de un modo profundo. Es difícil tratar de explicar el misterio central de nuestra fe, pero es necesario hoy más que nunca afirmar ese misterio de manera clara, para fortalecer nuestro caminar como pueblo de Dios. Lo haremos de un modo ascendente, o sea, a través de lo que vemos, trataremos de llegar hasta el Señor, especialmente su rol con la creación.
En las lecturas, encontramos en la primera, un texto del libro de los Proverbios, que nos habla sobre la sabiduría, específicamente sobre su rol en la creación del mundo; aparece personificada, hablando de su rol en la creación, siempre bajo la mirada de Dios, que la utiliza para crear. En esta lectura nos encontramos con la Sabiduría del Creador, que se muestra, deleitándose con los hombres. Podemos leer en esa sabiduría una imagen del Hijo, Sabiduría y Palabra Creadora del Padre, por la que todo ha sido hecho.
En la segunda lectura, de Pablo a los Romanos, nos topamos con un texto – puente en la carta del apóstol: los primeros capítulos nos han hablado sobre la fe, y los que siguen, nos hablarán sobre la vida. Ambos temas aparecen en estos versículos, íntimamente relacionados: por la fe, el cristiano se ha fortalecido en el seguimiento del Señor, y sobre todo, se ha fortalecido para la vida; este proceso es escalonado: de la tribulación se pasa a la constancia, de ésta a la virtud, y de ella a la esperanza, sabiendo que esa esperanza no quedará defraudada. Es el amor de Dios derramada en los corazones lo que sostendrá esa fe y esa vida. El cristiano según esta lectura, no es un ser que alimenta utopías o sinsentidos, no, el cristiano es una criatura a la que Dios ama, a la que Dios le ha dado paz, y esa es la riqueza de la Iglesia: el amor y la paz de su Creador.
En el Evangelio de Juan, vemos la relación de Dios Padre, Hijo y Espíritu, reflejada en la relación con su Iglesia, con los discípulos. Esa relación, fortalecida por el Espíritu Santo que se encargará de la educación de la Iglesia, aparece con claras intenciones de revelar a los discípulos lo necesario para salvarse, y perseverar: Que Jesús es el Señor que ha venido a cumplir la misión que el Padre le ha encomendado, la salvación de los hombres.
Las ideas de hoy en las lecturas son bastante claras:
a) Dios ha creado al mundo con su majestad y poder. Esa creación sigue siendo creada a través de su Sabiduría, que no la abandona, está siempre con el hombre a través de su Espíritu.
b) Ese amor que Dios Padre ha derramado en el corazón de los hombres, nos capacita para la construcción de un mundo mejor. El amor y la paz en el hombre, serán los mejores signos de que acepta el desafío que Dios le encomienda de construir un mundo nuevo.
c) El mensaje de salvación de Dios Padre, revelado por el Hijo es todo lo que necesitamos para actuar. El Espíritu Santo hará el resto; recordemos que el Espíritu Santo es el gran pedagogo del hombre. Él le revelará la verdad necesaria.
Hoy, cuando Dios y su actuar en el mundo que muchos quisieran opacar, hablar de la Sabiduría con que Dios nos ha creado, no solo al mundo, sino sobre todo a nosotros, es de fundamental importancia. Pensar en esa Sabiduría, y sobre todo amor con que nos ha hecho, debe llevarnos a reflexionar en el rol que jugamos en el concierto de la Creación, sobre todo por nuestra trascendencia: somos la única criatura capaz de amar verdaderamente, la única criatura capaz de entender, de comprender, y sobre todo, de trascender más allá. Por lo mismo, es tan importante tomar esas palabras de Pablo a los Romanos “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”, para vivir de acuerdo a ellas. Allí tenemos una tremenda riqueza que aprovechar.
El misterio de la Santísima Trinidad debe llevarnos a mirar y meditar sobre el misterio del hombre: ¿Por qué estoy acá? ¿Para qué me creó Dios? ¿Qué quiere Dios de mi? Que nadie se quede sin pensar en esas preguntas. Si logra respondérselas, descubrirá que fue creado para ser continuadores de un creación que sigue evolucionando; sabrá que tiene un rol importante en esta vida, como prolongador de la misericordia y del amor de Dios; que ha sido creado para amar, y de ese modo, ser prolongación del amor de Dios por toda la creación.
En las lecturas encontramos (como el día de hoy) claras evidencias de la acción de Dios en el mundo. Debemos dejar que Dios siga siendo Dios, sobre todo en nuestra vida, pidiéndole que continúe creándonos, que no deje de esparcir su amor a través de nosotros. Digámosle que queremos ser sus instrumentos. El ya nos ha capacitado para todo esto a través de la revelación que el Hijo nos ha hecho, y de su Espíritu que nos ha mostrado la forma de llevarlo a cabo en el hoy.
La mejor evidencia de la existencia de Dios y su misterio trinitario, es el reflejo que el hombre puede hacer de él. Pidamos al Señor de la Vida y la Creación que nosotros seamos esa evidencia. Que la creación, a través de nosotros, siga siendo re-creada, que el hombre, a través de nuestra ayuda, pueda encontrar al Dios Trino que nos ama. Solo si dejamos actuar al Señor en nuestra vida, podremos contemplar este misterio de compartir la misma vida de Dios.
pd: La imagen la tomé de: www.dominicos.org

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Padre, ese versiculo" ... el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el espiritu Santo que se nos ha dado" siempre produce en mi una gran confianza y una alegria, porque siento el amor de Dios y todas las dificultades que tengo que enfrentar, que las tengo, con El a mi lado se llevan con paz. Gracias ademas por la informacion de la imagen, a mi me encanta tener imagenes que me ayuden en mi trabajo pastoral. Que Dios lo bendiga. Maria Laura

Telefono Azul dijo...

Damos gracias a Dios por la Creación y Su Amor!
Señor que yo pueda encontrarte.
Muchos Saludos

Cristian dijo...

Maria Laura: De nada, usted es de la casa. Bendiciones.

Telefono Azul: Bienvenido. Bendiciones.

Semilla dijo...

Gracias! Me gustó muchísimo como lo explicaste... a mi me llegó más la segunda lectura y la reflexión que tu haces es muy parecida a la que yo había pensado, pero leerlo aquí hace que me sienta más segura de mi interpretación... ¡hasta me sirvió para explicarle a una personita muy amada!...
Gracias
Cariños miles

Cristian dijo...

SEMILLA: Que bueno, me alegro que estés afinando tu oído sobre la Palabra de Dios... y que además te ayudes por estos post que preparo precisamente para eso. Bendiciones mi ciber - feligresa. Bendiciones.